San Felipe de Acongagua es una comuna de Chile, ubicada en la V Región de Valparaíso en el Valle del Aconcagua a 32º 45' latitud Sur 70º 43' longitud Oeste, capital de la Provincia de San Felipe de Aconcagua.

Integra junto con las comunas de Los Andes, San Esteban, Calle Larga, Rinconada, Putaendo, Panquehue, Santa María, Llayllay y Catemu el Distrito Electoral N° 11 y pertenece a la 5ª Circunscripción Senatorial (Quinta Cordillera).

Desde 1925, es además, sede episcopal de la Diócesis Católica de San Felipe de Aconcagua, cuyo actual Obispo es Monseñor Cristián Contreras Molina.

 

La Villa del Corregimiento de Aconcagua "San Felipe el Real" , fue fundada el 3 de agosto de 1740, por el Conde de Superunda don José Antonio Manso de Velasco y Samaniego, quién a petición del Rey Felipe II de España, conquistó estas tierras del Valle del Aconcagua. El acta de fundación se suscribió en el Convento Franciscano de Curimón, con toda la solemnidad propia del siglo XVIII. Los terrenos para la villa fueron donados por el Maestre de Campo don Andrés de Toro Hidalgo, observándose en el trazado de sus calles y las cuatro

 

cañadas que la circundaban todas las disposiciones de las leyes de Indias.

Posteriormente, en mayo de 1743, fue aprobada esta fundación por las Reales Cédulas y desde esa fecha hasta 1770, San Felipe permaneció siendo simplemente una Villa del corregimiento de Aconcagua. Pero el aumento poblacional y el desarrollo de edificación en la zona, llevó a los pobladores a agruparse , creando en de esta forma en el año 1770 el Primer Cabildo o Municipalidad, la que quedó conformada por un Alcalde Ordinario y uno provincial.

Precisamente el 1 de abril de 1770, don Carlos III, Rey de España, quién a solicitud de don Juan Francisco Javier del Canto , en representación del pueblo de San Felipe del Reino de Chile, le otorga el título de Ciudad y le confiere un escudo de armas , para que gozara de las preeminencias, prerrogativas e inmunidades correspondientes al rango de ciudad que se le concedía.

En 1813, en los momentos que el país se sentía amenazado por el ejército español enviado expresamente por el Virrey del Perú, Abascal, para iniciar la reconquista de Chile, se producía en Los Andes una sublevación realista con el objeto de apoderarse de ésta y San Felipe. Los sublevados, al mando del caudillo José Antonio Eseiza, después de apresar a los vecinos más caracterizados de Los Andes, se adueñaron de la ciudad e iniciaron su marcha a San Felipe. La noticia se supo muy pronto en esta ciudad y el Coronel José María Portus, Comandante del Regimiento Aconcagua, de guarnición en San Felipe, reunió apresuradamente a sus soldados y reclutó a numerosos vecinos y , en menos de cinco horas, puso un mil de hombres sobre las armas y, a marchas forzadas, salieron al encuentro de los sublevados. El encuentro resultó del todo favorable a los patriotas sanfelipeños".

El 5 de agosto de 1813, la Junta de Gobierno envió una nota al Gobernador y Cabildo de San Felipe, en la cual declaraba que San Felipe había merecido el reconocimiento de todos los chilenos por haber destruido en un momento la conspiración realista de Eseiza ".

En tal sentido, los Generales San Martín y O'Higgins le dieron a la ciudad el título de "Ciudad Heroica"

Más tarde , en 1817 y 1818 cuando se consolidó definitivamente la Independencia de Chile, después de las batallas de Chacabuco y Maipú, fue tanto el entusiasmo de sus habitantes que la Junta de Gobierno patriota lo ratificó ampliándolo al de "Siempre Heroica Ciudad de San Felipe de Aconcagua".

Durante el siglo XIX , San Felipe se extendía con un pequeño caserío, entre los márgenes del río Aconcagua por el sur y el estero San Francisco de Quilpue por el norte, con pequeñas construcciones entre las que destacaba la iglesia de La Merced y el castillo de los marqueses de Parrasía.

Además de las construcciones, San Felipe se caracterizó por su activa participación en la obtención de la Independencia de nuestro país, la que mantuvo latente el deseo de libertad y, con este objeto, conservó intacto el entusiasmo por la causa patriota, ayudando con emisarios a preparar la prosecución de la campaña interrumpida en el desastre de Rancagua. Posteriormente en 1851, San Felipe vuelve a figurar como el principal centro revolucionario en oposición al Gobierno. En esta contienda civil los revolucionarios sanfelipeños resistieron hasta el fin de los ataques de las tropas gobiernistas, atrincherados en las cuatro esquinas de la Plaza de Armas de la ciudad.

A fines de siglo XIX, San Felipe se comenzaba a perfilar finalmente como una ciudad tranquila, pródiga en bellezas naturales, manteniendo una manifiesta supremacía principalmente en la época en que fue capital de la provincia de Aconcagua (incluía San Felipe y Los Andes).

 
         

Himno de Aconcagua

Letra: Alejandrina Carvajal Aspeé
Música: Gino Briano González

Coro
Aconcagua es mi tierra querida,
Aconcagua es la tierra mejor,
aquí vibra más fuerte la vida
en un clima de luz y de sol.
San Felipe tres veces famosa,
por tres veces heroica ciudad
de Aconcagua por siempre orgullosa.
tú serás la ciudad capital.

 

En tus montes de nieve cuajados,
nacen ríos de fuerte caudal,
que regando tus campos sembrados
fructifica tu suelo feraz
en tus valles hay huertos floridos,
y trigales de intenso verdor,
y en las faldas del monte, tendidos
tus viñedos se acuestan al sol

 

Coro
Aconcagua es mi tierra…

 
Cañamales de oscuro ramaje,
por tus valles se miran crecer
y sandiales de verde follaje
a tu tierra, se asoman también.
El paisaje se tiñe de rosa,
cuando rompe el durazno su flor,
y la acacia de fronda olorosa
se abanica con pomos de olor.

Coro
Aconcagua es mi tierra…